El proyecto de convivencia tiene por objeto el mantenimiento de las relaciones armónicas, dialógicas, pacíficas y productivas entre los actores de la comunidad normalista. Está sustentado en los valores de la democracia; valores horizontales que invitan a tratarnos como iguales y se materializan en cada uno de los actos individuales y colectivos, los valores orientadores son justicia, respeto, responsabilidad y solidaridad; valores que han de practicarse de manera integrada porque la pérdida de uno provoca la pérdida de los demás.
El proyecto se desarrolla mediante acciones como:
- Mediación de conflictos.
- Los pactos de aula, una estrategia para la democratización de las normas.
- La escritura como herramienta para mejorar la convivencia.
- Encuentros de docentes; convivencias, un espacio para la reflexión.
- Subproyecto “Yo amo mi Escuela Normal” en busca de la identidad con la institución.
- Las formaciones; un espacio para la orientación general y la reflexión.
- Reestructuración y edición del reglamento escolar o manual de convivencia.
- Democracia para el fortalecimiento de la convivencia escolar. Elección y puesta en marcha de los órganos del Gobierno Escolar y de participación.
- Transversalización y articulación de las competencias ciudadanas en las áreas del Plan de estudios.
- Homenajes a la bandera, actos cívicos y culturales.
- Intervención desde la orientación escolar con estudiantes que presentan comportamientos disruptivos.
- Prevención del consumo de sustancias psicoactivas.
- Orientación escolar.
- Educación para la sexualidad y construcción de ciudadanía.
Estos proyectos, en su mayoría, son dirigidos por diferentes miembros del equipo docente
y administrativo; pero en conjunto, con las orientaciones de la dirección de grupo, forman
parte del Proyecto de Convivencia Escolar y de la formación ciudadana.